En muchas ocasiones los apelativos de los clubes de fútbol se originaron como adjetivos descalificativos, que con el correr del tiempo fueron adoptados, convirtiéndose en estandartes de aquellos equipos a los que fueron atribuidos.
Ese es el caso del mote que lleva consigo Newell’s Old Boys, que es conocido por todos como La Lepra, por consiguiente sus hinchas y jugadores como leprosos. El origen del apodo al igual que el de su tradicional adversario, tiene dos hipótesis que pugnan entre sí. Una (la más conocida) indica que en los años ‘20 se habría organizado un partido amistoso entre Newell’s y Central, cuya recaudación iba a ser destinada a beneficio de los enfermos de lepra del Hospital Carrasco. Cuentan que el elenco rojinegro aceptó disputar dicho cotejo, en contraposición de su archinémesis, que se negó a hacerlo. Por tal motivo quedó bautizado para siempre como leproso. Es posible que ello haya sucedido, ya que era muy común en esa época que grupos de damas de caridad organizaran este tipo de encuentros a beneficencia. De todos modos no existen datos concretos al respecto y la versión no ha sido confirmada nunca con fundamentos certeros. También conviven distintas adaptaciones de lo sucedido, por ejemplo hay algunas fuentes que citan al Patronato de Leprosos, como el destinatario de la ayuda del supuesto clásico. Hay muchas preguntas por hacerse. Una de ellas es: ¿En que año se iba a jugar el mencionado partido? Lo cierto es que no lo hemos podido corroborar hasta el momento.
La otra versión se remonta al Colegio Comercial Anglo Argentino, que había fundado don Isaac Newell. Allí los alumnos del internado jugaban a la pelota en el patio en los recreos. Según el imaginario popular las paredes de dicho establecimiento se asemejaban a las de un leprosario, por tal razón desde afuera les gritaban ¡leprosos!
En conclusión por una razón u otra Newell’s pasó a tener el mote de leproso, que es llevado con orgullo por sus hinchas, que cada vez que ven a su equipo corean alentando a La Lepra.
Ese es el caso del mote que lleva consigo Newell’s Old Boys, que es conocido por todos como La Lepra, por consiguiente sus hinchas y jugadores como leprosos. El origen del apodo al igual que el de su tradicional adversario, tiene dos hipótesis que pugnan entre sí. Una (la más conocida) indica que en los años ‘20 se habría organizado un partido amistoso entre Newell’s y Central, cuya recaudación iba a ser destinada a beneficio de los enfermos de lepra del Hospital Carrasco. Cuentan que el elenco rojinegro aceptó disputar dicho cotejo, en contraposición de su archinémesis, que se negó a hacerlo. Por tal motivo quedó bautizado para siempre como leproso. Es posible que ello haya sucedido, ya que era muy común en esa época que grupos de damas de caridad organizaran este tipo de encuentros a beneficencia. De todos modos no existen datos concretos al respecto y la versión no ha sido confirmada nunca con fundamentos certeros. También conviven distintas adaptaciones de lo sucedido, por ejemplo hay algunas fuentes que citan al Patronato de Leprosos, como el destinatario de la ayuda del supuesto clásico. Hay muchas preguntas por hacerse. Una de ellas es: ¿En que año se iba a jugar el mencionado partido? Lo cierto es que no lo hemos podido corroborar hasta el momento.
La otra versión se remonta al Colegio Comercial Anglo Argentino, que había fundado don Isaac Newell. Allí los alumnos del internado jugaban a la pelota en el patio en los recreos. Según el imaginario popular las paredes de dicho establecimiento se asemejaban a las de un leprosario, por tal razón desde afuera les gritaban ¡leprosos!
En conclusión por una razón u otra Newell’s pasó a tener el mote de leproso, que es llevado con orgullo por sus hinchas, que cada vez que ven a su equipo corean alentando a La Lepra.
Nota: El Colegio Comercial Anglo Argentino, sito en la calle Entre Ríos 139, en 1928 pasó a ser la escuela Nacional n° 2.
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