En la foto Francisco Diez, presidente fundador de Aprendices Rosarinos.
Corría el año 1907, cuando los hermanos Garasino, Victoriano Pisso, Hartkoff, Francisco Diez, Fernández y otros jóvenes fundaron el club Aprendices Rosarinos. En la primera asamblea, que se llevó a cabo en un local de la calle Crespo al 300 fue elegido presidente Don Francisco Diez. En 1908 se afilió a la Liga Rosarina de Football, para intervenir en la tercera categoría. Más tarde en 1909 obtuvo el ascenso a segunda división, donde se consagró campeón en 1910, tras ganar diecinueve partidos y empatar uno. En 1911 participó por primera vez en el círculo superior, donde logró derrotar a Newell’s, que posteriormente fue el vencedor del torneo, por 1 a 0. La formación titular de Aprendices Rosarinos en la mayoría de los partidos en su debut, en la Copa Vila (denominación del certamen de primera división) fue la siguiente: V. Pisso; A. Diez y Hernández; F. Diez, C. Garasino y J. Fuggini; M. Síntoras; M. Rodríguez, F. Pisso, H. Garasino y G. Hotopt. Un año después consiguió un categórico triunfo frente a Rosario Central por 4 a 1 y apabulló con holgura a Rosario Atlético (actual Atlético del Rosario), batiéndolo por 7 a 2. Pero esas dos resonantes victorias fueron las únicas que obtuvo, por consiguiente no realizó una buena campaña y culminó en la penúltima colocación, cosechando solamente cinco puntos. Luego de ausentarse en el certamen de 1913, volvió a desempeñarse en primera en 1914. En su retorno a la máxima categoría sumó únicamente dos unidades, sobre veinte encuentros disputados. Nada más le ganó a Atlantic Sportsmen por 1 a 0, perdiendo los restantes diecinueve cotejos jugados. En definitivas cumplió una paupérrima actuación, más si se tiene en cuenta que muchas de las derrotas que sufrió fueron escandalosas goleadas, como por ejemplo ante Rosario Atlético, donde perdió por la inusitada cifra de 20 a 0, o ante el elenco canalla, por quién fue abatido por 10 a 0, como local y 11 a 1, como visitante. Luego de esa vergonzosa performance, se desafilió de la Liga. Se reintegró a la misma en 1922 y en 1923 regresó a jugar a primera, donde ocupó el undécimo lugar en la tabla de posiciones. Disputó veintiocho cotejos, de los cuales se impuso en nueve, igualó uno y perdió dieciocho. Durante la Copa Vila de 1924 Aprendices Rosarinos se fusionó con el Club Atlético Talleres, adquiriendo el nombre de los segundos mencionados, por lo que se puede entender que fue absorbido por éste último club (cediendo todo su patrimonio, jugadores y socios) y dejó de existir. Talleres ocupó el lugar en la máxima categoría donde intervino hasta 1926, puesto que se disolvió en 1927.
La camiseta de Aprendices Rosarinos era roja y verde a rayas verticales, utilizando en ocasiones una casaca dividida por dos mitades, con los mismos colores citados.
Sus canchas
La primera cancha que tuvo Aprendices Rosarinos se ubicó en la calle Crespo, entre Catamarca y Tucumán. En 1910 mudó sus instalaciones al barrio de Arroyito y con posterioridad trasladó su campo de deportes a Ovidio Lagos y General López (hoy 9 de julio).
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