Sus
años en La Lepra
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Asimismo integró
el elenco leproso que el 20 de diciembre de 1925 empató en su cancha ante la
selección de Brasil 2 a 2 en un compromiso amistoso. Ese no fue el único
partido internacional que disputó con la camiseta rojinegra, ya que el domingo
17 de julio de 1927 le anotó dos goles nada más ni nada menos que al poderoso
Real Madrid de España, en la goleada por 4 a 0 que Ñuls le propinó al conjunto
merengue en un cotejo amistoso jugado en el parque. El chueco marcó los dos
primeros tantos de la tarde a los 13’ y 47’. Luego completaron la faena
Humberto Libonatti (55’) y Juan Francia (70’). La formación de La Lepra ese día
que vapuleó a los madrileños fue con Bernardino Nuin; Ángel Rizzi y Florindo
Bearzotti; Alfredo Chabrolín, Carlos Villa y Miguel Castagno; Agustín Peruch,
Humberto Libonatti, Alfredo Frei, Vicente Aguirre y Juan Francia.
Prosiguiendo
con el torneo local, vale señalar que en la copa Vila de 1926, en la cual
Newell’s culminó segundo a tres unidades de Tiro Federal, Aguirre fue el
goleador de su equipo y del torneo con 36 goles marcados en 23 encuentros
jugados. En varios de los cotejos señaló más de un tanto. Sus mejores tardes
fueron ante Talleres, a quien le convirtió cuatro veces en el aplastante
triunfo por 14 a 1, frente a Riberas del
Paraná de Villa Constitución, anotándoles cinco, en la victoria de su cuadro
por 6 a 0. Sin dejar de mencionar que en el partido que Ñuls apabulló nuevamente
al débil Talleres por 10 a 0, aportó seis goles. Posteriormente en 1927 señaló
diez tantos en trece partidos disputados, entre copa Vila y copa Schlau.
Mientras que en 1928, su último año defendiendo los colores de la divisa
rojinegra mandó la pelota al fondo de la red cuatro veces, en seis cotejos que
jugó en el campeonato rosarino de primera división.
En
total disputó en Newell’s Old Boys setenta partidos, señalando la elevada cifra
de ochenta y nueve goles.
Retorno
al charrúa
La
vuelta del chueco Vicente Aguirre a Central Córdoba se produjo en 1929. Esta
segunda etapa en el charrúa fue la más exitosa en cuanto a títulos obtenidos (aunque
según nos contaron su hijo y nieto, él siempre decía que su primer etapa en el
club de Tablada fue la mejor, debido a la cantidad de goles que señaló), ya que
se dio el gusto de obtener dos campeonatos (el torneo eliminatorio en 1931 y el
Molinas de 1932) con el club de sus amores en la máxima categoría del fútbol
rosarino profesional.
En
la temporada de su regreso a Tablada fue subcampeón de la copa Vila, tras
perder recién en un desempate frente a Newell’s (habían igualado en el primer
puesto de la tabla de posiciones). Al año siguiente se erigió como el máximo
artillero del campeonato Vila y por tal proeza fue galardonado con una medalla
de oro, que estaba adornada con un brillante incrustado, que le fue entregada
por el diario La Tribuna y la casa Girolami, donde fue acuñada. A la ceremonia
asistieron varios colegas, dado el gran afecto que se supo ganar tanto dentro
como fuera de la cancha. En 1931 se coronó campeón del torneo de Competencia de
la A. R. F. (un antecesor de la copa Ivancich). Tras dejar en el camino primero
a Provincial y luego a Newell’s (2 a 1), el cuadro charrúa venció en la final a
Tiro Federal, al imponerse por 4 a 0. El chueco Aguirre anotó dos conquistas en
la goleada, marcando el segundo y el cuarto tanto, mediante sendos remates
cruzados.
Foto
1: El chueco vistiendo la casaca rojinegra en su paso por Newell’s Old Boys. Gentileza de Oscar Vicente Aguirre y Oscar Walter Aguirre.
Agradecimiento
especial para Oscar Vicente Aguirre y Oscar Walter Aguirre, hijo y nieto
respectivamente del formidable delantero Vicente Aguirre, que gentilmente nos
brindaron datos y fotos para la realización de esta nota.
También agradezco la
colaboración de Julio Rodríguez, historiador del Club Atlético Central Córdoba.
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